Investigadores de la Universidad de Pamplona (Norte de Santander), acaban de patentar un dispositivo que sería capaz de detectar el cáncer de estómago de forma no invasiva y que promete convertirse en una herramienta para iniciar tratamientos de manera temprana y mejorar el pronóstico de esta mortal enfermedad.

El invento consiste en lo que sus desarrolladores han denominado un Sistema Olfativo Electrónico Multisensorial (SOE), algo así como una ‘nariz artificial’ que es capaz de ‘oler’ ciertas sustancias presentes en el aliento de las personas con cáncer gástrico.

“El dispositivo está compuesto por una matriz de sensores de gases electroquímicos, que distinguen una huella de compuestos orgánicos volátiles (COVs) emitidos por el sistema gástrico. Este aparato realiza un análisis de muestras del aliento exhalado que permite establecer una alternativa de detección y diagnóstico del cáncer gástrico en pacientes”, asegura el profesor Óscar Gualdrón, vicerrector de investigación de la UniPamplona y uno de los autores de la investigación.

El proceso para el diagnóstico de la enfermedad inicia de la misma manera que otros exámenes disponibles en la actualidad para indagar la presencia de cáncer gástrico, como las endoscopias: con el paciente en ayunas. Sin embargo, y a diferencia de las técnicas invasivas, como la exploración con cámaras y las biopsias, en el caso del SOE lo único que el paciente debe hacer es soplar.

“Esta es precisamente, una de las ventajas de nuestro invento en relación con otras alternativas”, explica el experto, quien agrega que para hacer la prueba el paciente solo debe tomar aire y exhalarlo a través de una boquilla. El aire expulsado pasa a una cámara de sensores donde un computador hace la medición y, en tan solo diez minutos, se obtiene un diagnóstico.

Según Gualdrón, esta tecnología, que fue desarrollada en conjunto con la Universidad Rovira i Virgili, de España, tendría una efectividad del 94 por ciento, muy cercana a la de las biopsias con endoscopia, que en la actualidad es el método DE elección para identificar la presencia de tumores en las vías digestivas.

Gualdrón asevera que la clave del invento está en su capacidad PARA detectar ciertas proteínas y compuestos orgánicos volátiles –conocidos como biomarcadores- que se exponen en algunos tejidos del cuerpo cuando se padecen enfermedades como el cáncer.

Para medir la efectividad de su invento, los investigadores llevaron a cabo pruebas de ensayo en el Hospital Universitario La Samaritana, en Bogotá. Allí evaluaron a setenta personas, que dividieron en dos grupos de 35: unos eran pacientes con cáncer de estómago y los otros eran individuos aquejados de gastritis. A cada paciente de los dos grupos se les tomaron dos muestras y al final, el SOE pudo diferenciar con gran exactitud a los pacientes con cáncer de los que tenían gastritis.

Cristhian Duran, coinventor, señala que la principal ventaja de esta tecnología frente a otras competidoras que utilizan mecanismos de detección de bacterias y diferentes compuestos químicos radicaría principalmente, en que las otrastienen limitaciones en tiempo, comodidad y costo efectivas, “algo sencillamente vital para los servicios clínicos de cualquier parte del mundo”.

Actualmente, el cáncer gástrico representa la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo. En Colombia, esta enfermedad es la principal causa de muerte por cáncer en ambos sexos, representado fundamentalmente por el adenocarcinoma de tipo intestinal y su origen se ha relacionado con la presencia de la bacteria Helicobacter pylori en las personas.

Según la Cuenta de Alto Costo, y con datos para el 2015, el cáncer gástrico en Colombia es una patología que afecta a 6.028 pacientes, de los cuales 1.562 fueron casos nuevos, lo que representa el 4,96 por ciento de todas las incidencias por cáncer en el país. Dentro del grupo de cánceres invasivos más prevalentes en la población colombiana, el cáncer gástrico ocupa el noveno puesto.

En este escenario, los investigadores de la Universidad de Pamplona esperan que su método sirva, no para reemplazar a la endoscopia, sino ofrecer una alternativa paralela que se pueda utilizar de forma rápida y confiable y que, además, pueda ser llevada a las regiones más apartadas del país.

NICOLÁS BUSTAMANTE HERNÁNDEZ
Redactor de Ciencia.
nicbus@eltiempo.com
En Twitter: @nicolasb23